Preparativos para la misión
Tabla de contenido
Disponibilidad de aplicaciones #
Aunque las cosas han mejorado mucho en comparación con el pasado, hay algunas aplicaciones que se han vuelto esenciales para muchos flujos de trabajo, no necesariamente por su calidad, sino porque se han impuesto como el estándar. Los ejemplos principales que se me vienen a la mente son Microsoft Office y la suite Adobe Creative.
A pesar de lo que puedas leer en algunos foros, no existen reemplazos perfectos o equivalentes directos para estas herramientas. En Linux encontrarás alternativas que son lo suficientemente buenas para la mayoría de las personas, pero si eres un usuario profesional, podrías tener dificultades para adaptarte.
En lugar de Word, Excel y PowerPoint, encontrarás LibreOffice. En lugar de Photoshop, Illustrator e InDesign, encontrarás GIMP, Inkscape y Scribus. Estas son excelentes herramientas, pero no son lo mismo. Si dependes de estas aplicaciones para tu trabajo, te recomiendo probarlas en Windows o macOS (sí, son multiplataforma) antes de hacer el cambio.
Si, por alguna razón, estas herramientas no cumplen con tus expectativas pero aún así quieres usar Linux, siempre puedes ejecutarlas en una máquina virtual. No es la solución más elegante, pero funciona bien, y hay proyectos como Quickemu que hacen este proceso más sencillo.
Distribuciones #
Al ser un proyecto libre y de código abierto, Linux viene en muchas variantes. Estas variantes se llaman distribuciones o distros. Cada distro tiene su propia filosofía, público objetivo y conjunto de herramientas. Las distros más populares son Linux Mint, Ubuntu, Debian, Fedora y Arch.
Entraré en más detalle en el próximo post, pero por ahora, debes saber que la distro que elijas determinará el tipo de experiencia que tendrás.
Interfaz de usuario #
Lo último que debes considerar es la interfaz de usuario, o entorno de escritorio. Esta es la parte del sistema operativo con la que interactúas. Muchos cometen el error de confundir esta capa con la distro. No caigas en eso.
En Windows y macOS estás limitado a la interfaz que te ofrecen. En Linux, puedes elegir entre muchas interfaces diferentes. Los entornos de escritorio más populares son GNOME, KDE y Cinnamon. Cada uno de estos entornos tiene su propio aspecto y estilo, y todos son personalizables hasta cierto punto.
El entorno de escritorio que elijas determinará cómo interactúas con tu computadora. Algunos son más amigables para el usuario, otros son más personalizables y otros son más eficientes en el uso de recursos. La mejor forma de saber cuál es el adecuado para ti es probándolos. Si quieres algo más parecido a Windows, podrías probar KDE. Si prefieres algo más similar a macOS, podrías probar GNOME. Si buscas algo más liviano, podrías probar Cinnamon.